NewsData conversó sobre datos y deporte con Camila Palomeque, licenciada en Economía, máster en Ciencia de Datos y cofundadora de la consultora Apotegma Basketball Statistics.
Camila es deportista de alto rendimiento, jugadora profesional en la Selección Uruguaya de Beach Handball y una apasionada por el handball y el básquet.
Ella contó cómo se trabajan los datos en el deporte, las formas de trabajar la comunicación con datos y las posibilidades que ofrecen dentro y fuera del juego.
—¿Cómo se trabajan los datos en el deporte?
—Depende mucho del deporte, de la cantidad de datos y los datos a los que puedas acceder. La realidad es que en Latinoamérica, por lo menos en Uruguay, se habla del fútbol y se engloban casi todas las disciplinas federadas, por un tema de ingresos.
La Federación Uruguaya de Fútbol es la que tiene más plata para invertir. Tenés la diferenciación entre equipos grandes, que son los clásicos, como Nacional de Peñarol y Defensor, que vienen haciendo una apuesta informativa muy grande. Después están los equipos que tienen menos presupuesto también. Entonces, yo creo que el uso de datos en el deporte viene muy asociado con el presupuesto de los clubes -lamentablemente-. Es una inversión que no se ve necesaria aún y un trabajo para pelearla, ¿no?
En cuanto al básquetbol, por ejemplo, dentro de la Federación Internacional de Básquetbol, en la FIBA, publican estadísticas de todos los partidos que son a nivel mayor, tanto en femenino como en masculino. Se recolectan estadísticas vivas que se publican por Federación y por país. Uruguay, Argentina, México y Chile están. Por ejemplo, de cada jugador tenés intentos de tiro, asistencias, rebotes, tapones, faltas recibidas y puntos por partido.
Nosotros en estadística deportiva buscamos explotar los datos no estructurados. Con el poder de procesamiento de datos dentro del básquetbol publicamos algo que se llama “jugada a jugada”. Básicamente, te dice el minuto en el que se hizo una acción de las que comenté (tiros, faltas, rebotes, etc.) y así poder seguir el partido y luego identificar características de los jugadores. El procesamiento de esos datos lo que hace es ampliar la capacidad de estadística.
Podemos calcular, por ejemplo, quién es el jugador que asume cuando el partido está a menos de 5 puntos de diferencia, entonces tenés los jugadores claves cuando el partido se pone complicado o quiénes son los jugadores más efectivos en los últimos minutos del partido. Podemos hacer analíticas más inteligentes.
Quizás son técnicas de procesamiento más complejas, pero que nos ayudan a democratizar la información. Necesitas otros conocimientos que tienen que ver con el procesamiento de datos y la información, pero no necesitamos inversión en infraestructura para conseguir esos datos y poder utilizarlos, entonces eso es algo en lo que hay que trabajar.
—¿Cómo se podrían recolectar datos en los clubes no federados, en los clubes más chicos, los de barrio? ¿Conocés alguna iniciativa de ese estilo?
—Muchas veces, a los partidos los tenés que anotar vos mismo, a los datos los tenés que generar vos mismo. Yo juego handball y lo que hacemos es darle a otra jugadora una planilla de cosas que van pasando y que nos ayudan a ver, partido a partido, que está pasando, quién está tomando las decisiones y todos los datos básicos importantes. Yo creo que algo muy interesante que se podría hacer en los clubes y que falta mucho es concientizar sobre el valor del uso del dato. Nosotras muchas veces usamos una hoja que ni siquiera la pasamos a un medio, a veces ni siquiera tenemos una base de datos.
Sería más útil llevar una computadora y hacerlo, pero ya ese nivel de llevar planillas no llegamos. Quedan todas en hojas y vamos viendo las fotos y comparando. Nos ayuda. Por eso, yo creo que quizás falta transmitir el valor de juntar estadísticas básicas. No conozco iniciativas así en clubes más chicos, pero son cosas que te las puede llevar hasta tu propio jugador que está en el banco mientras mira el partido. Realmente no tenés que tener nada muy complicado para empezar.
“Hay que concientizar sobre el valor del uso de datos”
—¿De qué manera comunican los datos?
—Trabajando con datos yo quiero mostrar todo, pero nos queda seleccionar esos puntos claves partido a partido que sabemos que pueden dar el mayor impacto a la hora de mirarlo. En principio, al cuerpo técnico le sirve porque con esos datos elige dónde quiere poner el énfasis, qué va a hacer y qué va a comunicar realmente. Nosotros hacemos reportes o dashboards, ahí tenemos distintos gráficos para comunicar con diagramas de flujo o los pases entre jugadoras de manera visual. Por ahora lo hacemos de manera casera, mirando los partidos y anotándolo en la cancha.
La elección del gráfico y la complejidad también depende mucho de la voluntad de quien lo lea. Si yo sé que es alguien que le va bien con la tecnología o que tiene un ayudante técnico que lo va a usar, le levantó un dashboard. Entonces lo puede ver de manera interactiva y va a tener más riqueza de la información, pero la realidad es que también hay gente que lo va a mirar desde el celular. Para ellos tratamos que tenga la información lo más resumida posible. Todo depende del tipo de usuario final.
Algo que estuvo muy bueno y que ni siquiera tuvo demasiados datos fue un trabajo para un campeonato de la selección, para la previa de un Panamericano, donde me dediqué a preguntarles a algunas jugadoras de beach handball de distintos clubes, cuáles eran las fortalezas y debilidades de las diez chicas que viajábamos desde la selección uruguaya. En base a eso, simplemente, consolidé la información y un mapa de palabras con las fortalezas en color celeste y las debilidades en color amarillo para que se vieran un poco menos. Simplemente con eso pude darles un panorama a cada jugadora de cómo se las veía.
Nosotros somos conscientes de nuestra fortalezas y debilidades como deportistas, pero era importante saber cómo las ve la gente que competía contra ellas. Realmente lo había hecho con una mirada crítica queriendo ayudar porque era una selección nacional y estaba diciendo cómo las veía el mundo desde afuera. No éramos rivales. Eso tuvo tremendo impacto porque había fortalezas que ni siquiera pensaste porque no era algo que vos creías que era una fortaleza, pero tu rival sí lo percibió. Las debilidades sirvieron para estar atento durante el torneo y para prepararte mentalmente para poder superar eso durante la competencia.
Con perspectivas a futuro, ¿cuáles son las transformaciones o cambios que pueden lograr este tipo de herramientas de analítica?
Creo firmemente en el impacto que puede tener en el juego. Los deportistas tenemos una brecha de preparación, de recursos. Por ejemplo, en mi experiencia en el handball, mi experiencia en el básquetbol y en toda la realidad uruguaya puedo decir que los clubes no promueven una educación deportiva integral, donde te pueda acompañar -aparte de ir a la práctica-, un nutricionista, un psicólogo deportivo que te fije en metas especializadas… Incluso a nivel de seleccionado nacional, no tenemos la capacidad de invertir en todo eso.
En el beach handball somos muy competitivos a nivel panamericano y a nivel mundial. En deportes de alto rendimiento se nota cuando te sacan una diferencia de físico, cuando te sacan una diferencia de entrenamiento. Entonces cualquier cosa que pueda aportar a achicar esa brecha y que no tenga que ver con tanta inversión, nos puede acercar a mejorar en el deporte. La estadística deportiva puede darte una ventaja competitiva con relativamente baja inversión y llegar a ser un diferencial.
“Nos puede acercar a mejorar en el deporte”
Más allá de poder recolectar y explotar un montón de datos, la idea es el deportista en sí. Qué tiene valor en ese dato. Es darle claves al entrenador para confirmar sus intuiciones al respecto o mejorar sus estrategias en cuanto a cómo quiere que juegue su equipo. Muchas veces tenemos esa intuición de que un jugador es bueno para alguna cosa porque lo vemos crecer, porque él se siente fuerte en algo y en realidad, a la hora de evaluar su rendimiento, nos damos cuenta que quizás podríamos estar explotando el potencial por otro lado y que nuestro supuesto no era tan cierto.
Podemos identificar patrones y problemáticas, pero no tomamos decisiones. Es el cuerpo técnico el que toma decisiones. Hay cosas con las que no puedo pelear porque es lo que está pasando y me lo dicen los datos, entonces esa información también me ayuda a ser más receptiva y, a la vez, poder trabajar en conjunto.
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Excelente nota, el director técnico de fútbol, Marcelo Bielsa, decía “dirigir un equipo es minimizar la influencia de la suerte” combinación con el análisis de datos en el deporte, es una excelente herramienta. Muy buena nota..!